El uso de los Carismas
Los Carismas son Dones extraordinarios que el Espíritu Santo derrama en la Iglesia. |
Hermano hoy en día el Espíritu Santo derrama gracias extraordinarias sobre toda la Iglesia, él “distribuye a cada uno sus dones, según su voluntad” (1ª Cor. 12, 11). Entre estas gracias especiales se encuentran los llamados “Carismas”, algunos de ellos listados por San Pablo en la carta 1ª Cor. 12, 4-11. Son éstos, dones extraordinarios que el Espíritu Santo derrama en la Iglesia, son para el bien de ella y de todas las personas, para reavivar la fe en Dios en las personas.
El Concilio Vaticano II nos dice que para realizar la evangelización “el Espíritu Santo da a los fieles (cf. 1ª Cor 12, 7) dones peculiares, distribuyéndolos a cada uno según su voluntad (1ª Cor. 12, 11)” ( Apostolicam Actuositatem 1-3). Los carismas o dones carismáticos, durante la época de los místicos fueron llamados “gracias extraordinarias” concedidas a unos cuantos. Pero por el Concilio son llamados “dones peculiares”, que son dados para el servicio de la comunidad, pues su manifestación está dirigida hacia la edificación de la fe, como auxilio a la evangelización y como un servicio a los demás, tal como lo indica San Pablo y como nos lo recuerda el Concilio.
Los Carismas son, pues, dones espirituales, que Dios da como un regalo, el recibir los carismas no depende del mérito ni de la santidad de la persona, ni tampoco son necesarios para llegar a la santidad. Sin embargo, al usarlos como un servicio al prójimo, se puede producir un progreso en la vida espiritual, pero no por el Carisma en sí, sino por el acto de servicio. El concilio nos recuerda que “la recepción de estos carismas, incluso de los más sencillos, procede a cada uno de los creyentes el derecho y la obligación de ejercitarlos para bien de los hombres y edificación de la Iglesia, ya en la Iglesia misma., ya en el mundo, en la libertad del Espíritu Santo, que "sopla donde quiere" (Jn., 3,8), y, al mismo tiempo, en unión con los hermanos en Cristo, sobre todo con sus pastores, a quienes pertenece el juzgar su genuina naturaleza y su debida aplicación, no por cierto para que apaguen el Espíritu, sino con el fin de que todo lo prueben y retengan lo que es bueno (Cf. 1 Tes., 5,12; 19,21)”. (Apostolicam Actuositatem 1-3). |
"No apaguen el Espíritu, no desprecien lo que dicen los profetas. Examínenlo todo y quédense con lo bueno" |
Debemos tener siempre cuidado a la hora de usar los carismas para no caer en actitudes equivocadas:
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