La espiritualidad La Espiritualidad es un modo de vivir la vida, es un proceso de seguimiento de cristo bajo el impulso del Espíritu Santo y bajo la guía de la Iglesia, por el camino de la propia vocación. La Espiritualidad cristiana es trinitaria, pues implica tener un relación personal con Dios Padre
Hijo y Espíritu Santo, esta espiritualidad nos impulsa a seguir a Jesús. El Valor principal de la Espiritualidad cristiana es hacernos discípulos de Jesús. Es la manera en que un cristiano vive su vida en Jesucristo, siguiendo la inspiración del Espíritu Santo. La expresión se refiere a toda la vida del cristiano. Dentro de la Iglesia encontramos muchos tipos de Espiritualidad que son como diversos caminos para seguir a Dios y crecer en santidad, ninguna es mejor que otro, sino que todos buscan el mismo fin seguir a Jesús de un modo especifico, entre ellos encontramos: Espiritualidad Ignaciana, Espiritualidad Franciscana, Espiritualidad Dominica, Espiritualidad Agustina, la Espiritualidad Marianista, Espiritualidad Monfortiana, Espiritualidad Eudista, etc. Si bien se reconoce a la Renovación Carismática como una Movimiento Espiritual, se tiene que especificar que la espiritualidad Carismática no impide la vivencia de otra espiritualidad en la vida del cristiano. A diferencia de las otras espiritualidades, por ejemplo: una persona con Espiritualidad Franciscana, no puede a la vez tener la espiritualidad Ignaciana… ya que son caminos diferentes de acercarse a Dios. Pero si alguien con espiritualidad Franciscano a la par puede tener la espiritualidad carismática, es que la espiritualidad carismática más que definirla como una espiritualidad la deberíamos definir como EXPERIENCIA de vida que impregna todo el ser del cristiano la plenifica y renueva con la efusión del Espíritu Santo, sin dejar su vivencia de su propia espiritualidad. Recordemos que la Experiencia de Pentecostés Carismática es una gracia para toda la Iglesia. |
Una experiencia personal de la presencia y poder del Espíritu Santo |
La Renovación Carismática es: Es una experiencia personal de la presencia y poder del Espíritu Santo, que reaviva de nuevas maneras las gracias de nuestro bautismo.
El Espíritu Santo no sólo active todo lo que ya hemos recibido, sino que vuelve con poder para equiparnos con sus dones para el servicio y la misión. No hay personas especiales o superiores en la Iglesia llamados "carismáticos", pero sí hay millones de personas de hombres y mujeres ordinarios cuyas vidas han sido renovadas "carismáticamente", en otras palabras, por una acción del Espíritu Santo. El cristianismo carismático es el cristianismo normal, porque la Iglesia misma es carismática, y no podemos vivir una vida cristiana sin la plena presencia y poder del Espíritu Santo. Por ello, la meta de la Renovación es reavivar la vida del Espíritu Santo todas las partes de la Iglesia al llevarla a la vida de todo cristiano. |
La Renovación no existe para llevarlos a algo llamado la Renovación Carismática Católica |
La Renovación existe para ayudar a las personas a vivir una nueva vida en el poder del Espíritu, no para llevarlos a algo llamado la Renovación Carismática Católica. Somos renovados cuando nos abrimos a Dios y aceptamos lo que él nos ofrece – la plenitud de Su Espíritu Santo-, no hay otra manera. Esta es la obra de Dios, no nuestra, y está bajo su control y dirección. Esto quiere decir que por nuestra propia naturaleza somos diferentes de otros movimientos eclesiales.
En 1996 el Cardenal Suenens escribió: "Interpretar la Renovación como un ‘movimiento’ entre otros movimientos es entender mal su naturaleza; [esta] es un movimiento del Espíritu ofrecido a la Iglesia entera y destinado a rejuvenecer cada parte de la vida de la Iglesia". |