La Renovación Carismatica
La Renovación Carismática Católica, Movimiento Carismático Católico o Renovación en el Espíritu Santo es un movimiento de oración y alabanza usualmente estructurado como movimiento apostólico. Proviene históricamente del movimiento carismático pentecostal originado a partir de la apertura del Concilio Vaticano II, y más tarde fue acogido por el catolicismo. La Renovación Carismática fue aceptada como movimiento católico en 1973, durante el pontificado de Pablo V.
La expresión «renovación carismática» proviene del ministro luterano Harald Bredesen, quien en 1962 comenzó a emplear el término «carismático» para referirse a las actividades de las Iglesias protestantes históricas y más tradicionales. Confrontado con el término «neopentecostal», habló de una «renovación carismática» en las Iglesias históricas.
La Renovación Carismática Católica tuvo sus orígenes en 1967, cuando un grupo liderado por William Storey y Ralph Keifer, dos profesores laicos de la Universidad de Duquesne, en Estados Unidos, decidieron orar juntos para pedir el bautismo en el Espíritu Santo. Por influencia de dos jóvenes laicos de los Cursillos de Cristiandad, Ralph Martin y Stephen B. Clark, leyeron un libro pentecostal llamado La Cruz y El Puñal en donde se narraba el ministerio cristiano del pastor pentecostal David Wilkerson entre pandilleros neoyorquinos. La lectura llevó a los interesados a acudir por indicación del párroco episcopal de la iglesia Christ Church (Pittsburgh), a un grupo de oración ecuménico, en casa de Florence Dodge, una presbiteriana carismática, en donde recibieron su primera efusión pentecostal en el Espíritu Santo. Luego habrían recibido el llamado "don de lenguas" y otro tipo de carismas, como el de sanación, que son típicos de toda corriente pentecostal o carismática en cristianos de otras denominaciones. En poco tiempo el movimiento se propagó a otras universidades, como Notre Dame, en Indiana y East Lansing, en Míchigan. Otro de los propagadores del movimiento carismático en la Iglesia católica fue el pastor pentecostal David du Plessis, quien contribuyó al acercamiento del nuevo movimiento católico a las distintas corrientes del pentecostalismo protestante. El reverendo du Plessis participó en el Consejo Mundial de Iglesias de 1954 y 1961, y fue invitado para oficiar como representante pentecostal en el Concilio Vaticano II.
Del 8 al 9 de abril de 1967 noventa personas, entre ellas algunos sacerdotes, se congregaron en la Universidad de Notre Dame en un retiro, para reflexionar sobre los acontecimientos producidos en sus vidas, así como contextualizar la experiencia carismática dentro del libro de los Hechos de los Apóstoles, así como una nueva comprensión de la acción del Espíritu en la iglesia, produciéndose entre ellos una fuerte experiencia con el Espíritu Santo. La narración centrada en la experiencia de Duquesne la recogió el teólogo Kevin Ranaghan, y la relata en su libro Catholic Pentecostals (Pentecostales Católicos), y la experiencia de Notre Dame está más desarrollada en el libro de Edward O'Connor, The Pentecostal Movement in the Catholic Church (El Movimiento Pentecostal en la Iglesia Católica).
A los pocos años de su nacimiento, la "renovación" traspasó las fronteras de los Estados Unidos. A comienzos de los años 70, el movimiento carismático arribó a América Latina, cuando algunos predicadores protestantes bautistas y católicos, en particular Francis MacNutt.
Hoy existen comunidades muy grandes que son polos de desarrollo de la Renovación Carismática en todo el mundo. El movimiento carismático tuvo un gran impulso en la década de 1970 y un crecimiento más lento, pero sostenido, a partir de los años 80.
En los distintos países latinoamericanos (a excepción de Brasil) y en España la Renovación Carismática se ha estructurado sobre la base de las coordinaciones locales o nacionales que han tomado el control del movimiento tras el empuje inicial de los años 1970s. El movimiento carismático desde mediados de los 80's sufrió fuertes cambios que lo alejaron de su inicial identidad ecuménica y pentecostal y lo han reducido en diversos lugares a centros de promoción de una devoción comunitaria al Espíritu Santo, y no a la promoción del bautismo en el Espíritu Santo. En la Europa no latina y Norteamérica, por el contrario, la Renovación Carismática aparece como un movimiento más libre.
La expresión «renovación carismática» proviene del ministro luterano Harald Bredesen, quien en 1962 comenzó a emplear el término «carismático» para referirse a las actividades de las Iglesias protestantes históricas y más tradicionales. Confrontado con el término «neopentecostal», habló de una «renovación carismática» en las Iglesias históricas.
La Renovación Carismática Católica tuvo sus orígenes en 1967, cuando un grupo liderado por William Storey y Ralph Keifer, dos profesores laicos de la Universidad de Duquesne, en Estados Unidos, decidieron orar juntos para pedir el bautismo en el Espíritu Santo. Por influencia de dos jóvenes laicos de los Cursillos de Cristiandad, Ralph Martin y Stephen B. Clark, leyeron un libro pentecostal llamado La Cruz y El Puñal en donde se narraba el ministerio cristiano del pastor pentecostal David Wilkerson entre pandilleros neoyorquinos. La lectura llevó a los interesados a acudir por indicación del párroco episcopal de la iglesia Christ Church (Pittsburgh), a un grupo de oración ecuménico, en casa de Florence Dodge, una presbiteriana carismática, en donde recibieron su primera efusión pentecostal en el Espíritu Santo. Luego habrían recibido el llamado "don de lenguas" y otro tipo de carismas, como el de sanación, que son típicos de toda corriente pentecostal o carismática en cristianos de otras denominaciones. En poco tiempo el movimiento se propagó a otras universidades, como Notre Dame, en Indiana y East Lansing, en Míchigan. Otro de los propagadores del movimiento carismático en la Iglesia católica fue el pastor pentecostal David du Plessis, quien contribuyó al acercamiento del nuevo movimiento católico a las distintas corrientes del pentecostalismo protestante. El reverendo du Plessis participó en el Consejo Mundial de Iglesias de 1954 y 1961, y fue invitado para oficiar como representante pentecostal en el Concilio Vaticano II.
Del 8 al 9 de abril de 1967 noventa personas, entre ellas algunos sacerdotes, se congregaron en la Universidad de Notre Dame en un retiro, para reflexionar sobre los acontecimientos producidos en sus vidas, así como contextualizar la experiencia carismática dentro del libro de los Hechos de los Apóstoles, así como una nueva comprensión de la acción del Espíritu en la iglesia, produciéndose entre ellos una fuerte experiencia con el Espíritu Santo. La narración centrada en la experiencia de Duquesne la recogió el teólogo Kevin Ranaghan, y la relata en su libro Catholic Pentecostals (Pentecostales Católicos), y la experiencia de Notre Dame está más desarrollada en el libro de Edward O'Connor, The Pentecostal Movement in the Catholic Church (El Movimiento Pentecostal en la Iglesia Católica).
A los pocos años de su nacimiento, la "renovación" traspasó las fronteras de los Estados Unidos. A comienzos de los años 70, el movimiento carismático arribó a América Latina, cuando algunos predicadores protestantes bautistas y católicos, en particular Francis MacNutt.
Hoy existen comunidades muy grandes que son polos de desarrollo de la Renovación Carismática en todo el mundo. El movimiento carismático tuvo un gran impulso en la década de 1970 y un crecimiento más lento, pero sostenido, a partir de los años 80.
En los distintos países latinoamericanos (a excepción de Brasil) y en España la Renovación Carismática se ha estructurado sobre la base de las coordinaciones locales o nacionales que han tomado el control del movimiento tras el empuje inicial de los años 1970s. El movimiento carismático desde mediados de los 80's sufrió fuertes cambios que lo alejaron de su inicial identidad ecuménica y pentecostal y lo han reducido en diversos lugares a centros de promoción de una devoción comunitaria al Espíritu Santo, y no a la promoción del bautismo en el Espíritu Santo. En la Europa no latina y Norteamérica, por el contrario, la Renovación Carismática aparece como un movimiento más libre.